La maldición de la POLIZA

las polizas

Arma de doble filo

 

 

Ojo con las pólizas de crédito, mal usadas, como casi cualquier cosa, pueden ser muy perjudiciales para la salud. Han sido ya muchas las personas (empresas) que han acabado muy mal económicamente a consecuencia del mal uso de las mismas.

El remedio, el antídoto, es tener buena información antes de tomar la decisión de contratar una póliza.

Lo primero que tenemos que tener claro es; ¿Cuál es el objetivo de una póliza de crédito?

Es ir ajustando las necesidades de tesorería que tiene un negocio.

Supongamos, que tenemos un negocio en el que cobramos a nuestros clientes de media en 90 días desde que facturamos. Sin embargo, el Periodo Medio de Pago de nuestros acreedores, (aunque incluyamos aquí como tales al personal propio, es decir, a nuestros trabajadores), es de 30 días.

Obviamente aquí, por rentable que sean nuestros trabajos, es posible (a no ser que contemos con una salud financiera muy buena, es decir, con un colchón financiero amplio) que tengamos dificultades de tesorería. Y aquí es donde la POLIZA actúa como una especie de fuelle para cubrir estos periodos entre lo que tardamos en cobrar frente a lo que nos vemos obligados a pagar. Primero recurriremos al dinero de la Póliza para hacer frente a los pagos, sabiendo que después vendrá el cobro del cliente y podremos cubrir el dinero que hemos cogido.

El problema viene cuando NO somos rentables en nuestro negocio, es decir, cuando tenemos perdidas. Esto obviamente a medio, o largo plazo, nos producirá problemas de tesorería (no podremos pagar bien a proveedores, trabajadores,….).

Lo que pasa en ocasiones es que no sabemos exactamente cual es la causa de los problemas de tesorería que estamos teniendo. Es decir, si vienen motivados únicamente por diferencias en los periodos de pago frente a cobro, porque no somos rentables, porque hemos adquirido inmovilizado usando recursos propios mas de lo que podíamos asumir…

Pero, ¿Qué pasa cuando la causa de las dificultades de tesorería que tenemos en nuestro negocio, no son causados principalmente por las diferencias entre periodos de cobro frente a pagos, si no que son a consecuencia de la falta de RENTABILIDAD de nuestro negocio?

Pues que al recurrir a la PÓLIZA para cubrir los problemas de liquidez causados por esta falta de RENTABILIDAD estaremos echando el dinero a un pozo sin fondo. Propiciando que cuando llegue el vencimiento de la POLIZA, normalmente 1 año, el banco nos dice que bueno, que quizás pueda ampliar el importe de la Poliza, pasando de 10.000,00 € a 20.000,00 € ya que en realidad hemos aumentado la facturación), y quizás al año siguiente vuelva a ocurrir lo mismo, hasta que llegue un años que nos diga que no la puede renovar, ya que la hemos tenido ocupada la mayor parte del tiempo, es decir, no la hemos usado a modo de «fuelle», y la conviertan en un préstamo. Pero en este transcurso hemos ido haciendo la «pelota» cada vez más grande.

 

Así que lo primero que tendríamos que saber a la hora de contratar una PÓLIZA es de donde viene las necesidades de tesorería que estamos teniendo. Y para ello obviamente pasa por tener bien analizadas las finanzas de nuestro negocio. Y con información en la mano, tomar las mejores decisiones.

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